domingo, 8 de diciembre de 2019

Miguel Hernández

Fuera menos penado si no fuera
nardo tu tez para mi vista, nardo,
cardo tu piel para mi tacto, cardo,
tuera tu voz para mi oído, tuera.
Tuera es tu voz para mi oído, tuera,
y ardo en tu voz y en tu alrededor ardo,
y tardo a arder lo que a ofrecerte tardo
miera, mi voz para la tuya, miera.
Zarza es tu mano si la tiento, zarza,
ola tu cuerpo si lo alcanzo, ola,
cerca una vez, pero un millar no cerca.
Garza es mi pena, esbelta y triste garza,
sola como un suspiro y un ay, sola,
terca en su error y en su desgracia terca.

2 comentarios:

  1. Sabes, a mí me cuesta mucho leer a Miguel Hernández y no emocionarme. Era tan puro su corazón poeta, tan entregado a la libertad, al sueño de su alma. Que me parece cuando lo leo que no haya muerto, que sigue ahí, en sus palabras...

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    1. Hombre, es que los grandes poetas, como los rockeros, nunca mueren

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