miércoles, 27 de enero de 2016

Fútbol


   El cansancio no existe., es una mentira como otra cualquiera. 
Un padre de familia llega a su casa después de catorce horas de trabajo y se encuentra con el ascensor averiado. Ha subir ocho pisis caminando y piensa que no llegará nunca, pero el recuerdo acogedor del hogar y, sobre todo, la idea de tirarse plácidamente en el sofá son razones que le impulsan hasta la octava planta. Toca el timbre y, como había planeado, se acuesta. Viene un hijo y le quita los zapatos; después su mujer le lleva un vaso de agua. Está rendido. De pronto escucha: "¿Fuego, fuego!" Agarra a su mujer, agarra a su hijo, se los pone al hombro, y cuando se da cuenta ha bajado los ocho pisos corriendo.

Se lo oí contar una vez al doctor Oliva, médico de la selección argentina (Sueños de fútbol, Carmelo Martín).

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