El otro día vi el programa La voz y me llevé un cabreo de campeonato. En el paradigma de la telebasura ya no saben qué hacer y ni hasta dónde llegar. Desde el gran hermano de mercedes milá (es un experimento sociológico, no se olviden) hasta el incalificable jorge javier vázquez, al que he visto dando entrevistas como escritor que es, con un par. Pues resulta que ahora llevan a cantar a niños que dependen de que tres "cantantes" les den la cara. Me fastidió especialmente el caso de Benita, una preciosa niña que cantó como un ángel y los jurados tuvieron el cuajo de no hacerle ni caso. La niña cantó en un perfecto inglés, cosa que los tres "profes" no podrían hacer nunca porque, por no saber, no saben ni español (ese david bisbal y su brindis atolatinoameri). Y aún así, no eligieron a Benita.
Eres un caso perdío
cara de papa cocía,
a ver si amanece un día
y de vareta te has ío,
y la diarrea ha impedío
que sigas haciendo el mal,
bisbal.
Tu familia te ha enchufado,
sin ella tú no eres nada,
hay que ser muy descarada
para que hagas de jurado
si ni un éxito has logrado
ni hay más fracaso que tú,
malú.
No me jodas Rosarillo,
cómo puedes hacer eso,
si el monedero está tieso
no tiene culpa un chiquillo,
los echas, luego un pitillo,
como algo rutinario,
Rosario.
Jesús Vázquez yo me aburro
si te veo presentar,
porque ya puedes pasar
sin quererlo por un burro,
no digo más, tío cazurro,
no se te escape una coz,
la voz.
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