domingo, 4 de abril de 2010

Resurrección

Por mucho que cientos de miles de personas, reunidas en un corto espacio de terreno al que se han apegado, se esfuercen en llenar el suelo de piedras para que no crezca nada en él; por mucho que limpien ese terreno hasta de la última brizna de hierba; por mucho que impregnen el aire con el humo del carbón y el petróleo, por mucho que corten los árboles y obliguen a marcharse a todos los animales y pájaros, la primavera, hasta en la ciudad, siempre es primavera.
Inicio de "Resurrección", de Tolstói.

2 comentarios:

  1. Y que nunca deje de ser primavera...

    Esta y el verano son las estaciones que me dan plena vida.

    Muchos besos con cariño.

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