Once muchachos son
los que mi madre cuenta
desde el balcón.
Beben, pelean, gritan.
Son once loros.
Fuman, fanfarronean,
lo ensucian todo.
Pero mi madre,
desde el balcón del quinto,
habla a sus ángeles.
Escupen y maldicen,
echan un pulso,
mientras mi madre reza
por cada uno
un padrenuestro
que les reserva un sitio
en pleno cielo.
Ellos ni se imaginan
que desde arriba
los contempla una vieja
con simpatía.
¡No faltéis nunca,
los once que fumáis
bajo la luna!
Once muchachos son
los que mi madre cuenta
desde el balcón.
Jesús Cotta Lobato, poeta.