El papel entra a la imprenta.
El barco entra en el puerto. 
Y el peine en la cabeza. 
Y yo, que te quiero tanto, 
entro entro en tu casa a la fuerza.
El día que yo te coja 
hablando con quien tú sabes 
te toca la lotería
de los premios, voluntades.
Cuando veo unos ojitos negros; 
negritos como mi suerte
parece que a mí me dan
las fatigas de la muerte.
Cuando veo unos ojitos negros; negros, negritos como mi suerte.
Cuando veo unos ojitos negros; negros, negritos como mi suerte.
Cuando veo unos ojitos negros; negros, negritos, ay, como mi suerte