viernes, 5 de enero de 2024

Beber en caja

 

¡A la salud del papa, compañero! 

Levantaba el envase de aquel vino

barato, peleón, nada exquisito, 

mientras que me indicaba con el dedo


que podía operar en el cajero. 

A su lado, tendido, ya dormido

el bulto roncador de algún amigo

tenía como lecho el propio suelo. 


En aquel universo del cartón

-del tetrabrik del vino hasta la cama-

conseguí realizar la operación


cagado por el miedo a una navaja. 

En cambio, el vagabundo me ofreció, 

amistoso, beber de aquella caja. 


Compartimos las babas, 

él me contó verdades y mentiras, 

la historia novelada de su vida. 


Paco Morata. 



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