sábado, 2 de diciembre de 2023

Ramón María del Valle-Inclán

 


Te dejo mi cadáver, reportero.
El día que me lleven a enterrar
fumarás a mi costa un buen veguero;
Te darás en «La Rumba» un buen yantar,
y después de cenar con mi fiambre,
adobado en retórica sutil,
humeando el puro, satisfecha el hambre,
me injuriarás tu dicharacho vil.
Y al dejar la colilla con el chato
a medio consumir, sobre el mantel,
dirás gustando del bicarbonato:
«¡Que no la diña ahora don Miguel!»
Para ti mi cadáver, reportero,
mis anécdotas, ¡todas para ti!
Le sacas a mi entierro más dinero
que en mi vida mortal yo nunca vi.
Caballeros, salud y buena suerte.
Da sus últimas luces mi candil.
Ha colgado la mano de la muerte
papeles en mi torre de marfil.
Le dejo al tabernero de la esquina,
para adornar su puerta, mi laurel.
Mis palmas, al balcón de una vecina,
y a una máscara loca, el oropel. 






2 comentarios:

  1. Genial Valle-Inclán, y un cordial saludo, Guante. Hacía mucho que no pasaba por este remanso poético. Sigue así.

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  2. Gracias, los que conocen mi blog son pocos pero más inteligentes que yo, y de eso es de lo que se trata.

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