martes, 13 de agosto de 2019

Carmen Jodra (Mi admiración y mis disculpas)


                     PASTORAL
                                    A la serena duerme mi ganado
                                              Miguel Hernández

A un cordero que es entre los rebaños 
lo que un muchacho hermoso entre la gente
lo quiero con cariño diferente, 
más propio de un rapaz que de mis años.

Come en mi mano; bebe de los caños 
de metal renegrido de la fuente; 
me bala, y su balido sonriente 
inunda de dulzor los aledaños.

Esta mañana en que yo estoy bordando 
grecas en un mantel, y canta el tordo, 
y mi cordero bala casi hablando,

mientras él bala y brilla el sol y bordo, 
me pregunto si lo querré igual cuando 
envejezca y se vuelva fuerte y gordo.

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