miércoles, 17 de julio de 2019

A la sabiduría de Juan Díaz Rengifo (Soneto encadenado)



Pluguiera a Dios que en ti, Sabiduría
(guía del alma, y celestial lumbrera),
hubiera yo empleado el largo día,
la fría noche, el tiempo que perdiera.

Tuviera con tu dulce compañía
alegría en lo adverso, y paz entera:
viera lo que no vi, cuando creía
que veía, lo que ver jamás quisiera.

Vencido de ignorancia, pobre y ciego,
entrego a ti el ingenio envejecido,
despedido del ocio y vano juego.

Te ruego le recibas, que, aunque ha sido
perdido por su gran desasosiego,
sosiego ha de hallar a ti rendido.




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