martes, 22 de julio de 2014

Hubo una vez un político...


Hubo una vez un político con talento, Calvo Sotelo, un erudito que ante las críticas de un colega en una revistucha o en un periodicucho, le dedicó este soneto.

         Ayer, en su cacatio matutina
que tan píos sermones nos reserva,
me dicen que Ricardo de la Cierva
vuelve a insultarme tanquam medicina.

¿Qué tengo yo que mi persona inclina
pluma tan docta a la pasión proterva?
¿Qué tengo que tan lúcida Minerva
conmigo disparata y desatina?

Mira, Cierva, que en coplas y sin ganas
correspondo a tus cóleras insanas
y ni te tomo en serio, ni me enojo.

Mira que de color y de adversario
conmigo te equivocas por sectario:
fui ministro contigo y no soy rojo.


Yo, si algún político actual hace un soneto, a lo mejor hasta le voto.




jueves, 3 de julio de 2014

A MI MADRE


Estando yo en la mi casa, con la mía mama, empezó a tronar y a relampaguear una tormenta. Y mi madre dijo:

Santa Bárbara bendita,
que en el cielo estás escrita,
con papel y agua bendita.
Alreor de mi tejado,
alreor de mi ganado,
y alreor de la Cruz,
Pater noste, amén, Jesús.

He buscado en intenné y he encontrado otras versiones de esta coplilla, pero ninguna es tan bella como la de la mi bella. Mi madre es la mejor madre del mundo.