jueves, 11 de diciembre de 2014

Feliz Navidad

 El señor Fortgibu y el pudin de Navidad

Corría el año 1.805. En Orleans (Francia), el señor Fortgibu le da a probar un postre tradicional navideño al poeta galo Émile Deschamps, que entonces era solamente un niño. El pudin le pareció exquisito. Diez años más tarde, Émile encontró ese pastel en el menú de un restaurante de París y no pudo resistir la tentación de pedir que se lo sirvieran. La camarera, sin embargo, no pudo complacerlo porque acababa de servir la última porción a otro cliente: nada menos que al señor Fortgibu. La sorpresa de reencontrarse en estas circunstancias fue cuando menos curiosa. 
Pero es que, años más tarde, en 1.832, Émile Deschamps cenaba en casa de unos amigos cuando, de nuevo, se le ofreció pudin navideño. Y entonces refirió la anécdota vivida diecisiete años atrás. "Lo único que le falta a la escena para estar completa es que Fortgibu aparezca", apostilló el autor. Dicho y hecho. En ese instante, un anciano Fortgibu entró en la habitación. Al parecer estaba invitado a una cena, anotó la dirección equivocada y había entrado en la fiesta por "error".

Del libro Coincidencias imposibles, de Josep Guijarro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario