No es color turbio, ni perdida forma
ni luz difusa, débil, la que parte
la inmensidad del campo, su hermosura.
No es un otoño entre el calor y el frío,
no se ve ni se siente, no se sueña
la fatídica franja divisoria
Pero allí está, como un reptil, inmóvil:
es la tierra de nadie, de mi España.
domingo, 10 de mayo de 2009
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Este poema es de Manuel Altolaguirre, se me pasó indicarlo al final del poema
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