LA CLASE
Para Alejandro Martín
En la negra pizarra hila su tela
esa nerviosa araña de la tiza,
y persigue prenderte la mirada
que se le escapa, soñolienta, cuando
sobre el banco reclinas la cabeza.
De repente, el maestro dice, grave:
no ha de caerse una sola hoja
sin que Dios no la vea.
Y tú te desperezas lentamente
y en la ventana del otoño adviertes
el temblor de la rama vigilada.
A VECES YA AMANECE EL DÍA VIEJO...
A veces ya amanece el día viejo.
Se agazapa detrás de los cristales,
con su barba de nieve y sus harapos
de niebla cenicienta. Luego viene
una arista de sol y nos esconde
las arrugas del día, el duro ceño
de ese anciano imposible que ahora tiende
la mano amarillenta a los gorriones.
Estos dos poemas son del libro "El sermón del fresno", de Miguel Ángel Velasco.
miércoles, 6 de marzo de 2013
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Me han gustado mucho los dos poemas...
ResponderEliminarUn beso :)
Sakkarah
Gracias, sakkarilla por pasar por mi blog que está muy abandonao.
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