Sorprendiose un portugués
de ver que en su tierna infancia,
todos los niños en Francia
supiesen hablar francés.
Arte diabólica es,
dijo torciendo el mostacho,
que para hablar en gabacho
un fidalgo en Portugal
llega a viejo y lo habla mal
y aquí lo parla un muchacho.
Nicolás Fernández de Moratín
jueves, 26 de julio de 2012
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Con versos y buen humor,
ResponderEliminarasí se las gastaba este
poeta en célebre epigrama.
Gracias por recordármelo.
Un beso
Me agrada que sea de tu agrado.
ResponderEliminarUna poesía muy simpática la de Moratín.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, sakkarilla. Paquí andamios, un abrazo.
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