Que por mayo era por mayo,
cuando hace la calor
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor
cuando los enamorados
van a servir al amor:
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión:
que si sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero.
déle Dios mal galardón.
jueves, 9 de diciembre de 2010
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