sábado, 30 de marzo de 2013

Antonio Vega

Hablando de ellos

Se levantó un fuerte viento
y amaneció la alegría.
Nadie pensó en el momento
que el peso de la pobreza su riqueza fuera un día.
Estoy hablando de ellos,
de los que lloran y ríen.
La plata, el oro, el platino
no superan el destello de algo en sus ojos divinos.
Hallé en los dos a los guías
de mi emoción desbocada.
Nunca fue su mano fría,
padres de mi cuento de hadas.
De mi fortuna, cimientos.
De mis inventos, la cuna.
Todas sus miradas, y una a una,
de la moneda son cruz y cara.





                                    Estoy hablando de ellos.





miércoles, 6 de marzo de 2013

Miguel Ángel Velasco

               LA CLASE

                                 Para Alejandro Martín

En la negra pizarra hila su tela
esa nerviosa araña de la tiza,
y persigue prenderte la mirada
que se le escapa, soñolienta, cuando
sobre el banco reclinas la cabeza.
De repente, el maestro dice, grave:
no ha de caerse una sola hoja
sin que Dios no la vea.
Y tú te desperezas lentamente
y en la ventana del otoño adviertes
el temblor de la rama vigilada.



A VECES YA AMANECE EL DÍA VIEJO...

A veces ya amanece el día viejo.
Se agazapa detrás de los cristales,
con su barba de nieve y sus harapos
de niebla cenicienta. Luego viene
una arista de sol y nos esconde
las arrugas del día, el duro ceño
de ese anciano imposible que ahora tiende
la mano amarillenta a los gorriones.


Estos dos poemas son del libro "El sermón del fresno", de Miguel Ángel Velasco.